EL VALOR DEL TIEMPO


¿Sabes cuáles son las prioridades en tu vida?

¿Qué haces hoy para ser coherente con tus valores, sueños y propósitos de vida?

Usualmente frente a las situaciones diarias de la vida tendemos a quejarnos de lo que nos sucede y no damos paso a reflexionar sobre los propósitos de todo en nuestro camino; quizás no lo estamos viendo de esa manera, pero la forma en que la vida se nos va presentando es una oportunidad valiosa para aprender de todo lo bueno y lo malo que nos ocurre. En ocasiones tendemos a ser permisivos con la vida y no damos valor al tiempo, de esta manera aunque deseamos firmemente cumplir con nuestro proyecto de vida, no lo logramos de la forma que esperamos porque no somos coherentes con aquello que soñamos, ni sentimos empatía por lo que hacemos para lograrlo. Debemos aprender a vivir la vida con calidad, siendo pacientes y tolerantes frente al mundo que nos rodea, y esforzándonos por hacer de él cada día un mundo mejor.

Nuestro paso por la vida es un viaje que debemos empezar de adentro hacia afuera, reconociéndonos, identificando nuestro ser y validando lo que somos.  Cuando yo me abro a mis posibilidades y consigo entender mis límites y más que eso mis capacidades, puedo lanzarme a la aventura de vivir mi vida con el direccionamiento y carácter necesario para asumir cualquier reto; a veces pretendemos cambiar al mundo, cuando en verdad lo que debemos cambiar esta dentro de nosotros mismos y obedece a todos esos límites, condiciones y prejuicios que adquirimos en el transcurso de nuestra vida, por ello cuando hacemos una introspección de  nuestro ser y evocamos todas aquellas situaciones que marcaron una pauta de crianza o formación en nuestra vida, podemos identificar todas las oportunidades de aprendizaje que nos han llevado a ser quienes somos hoy en día, y es en ese momento en que  el tiempo empieza a cobrar un verdadero papel de valor y nos enfrentamos  a la posibilidad de aprovechar al máximo cada suspiro o cerrar los ojos y dejar que la vida pase aunque no nos pase a nosotros mismos.
Muchas veces esa evaluación personal no se hace porque no somos organizados, no planeamos la vida, la improvisamos,  carecemos de tiempo y no precisamente porque el día haya recortado sus horas sino porque no priorizamos, no proyectamos, simplemente reproducimos, es más fácil copiar personalidades, caracteres, formas de pensar, de vestir, de amar, que diseñar el YO que queremos ser; realmente debemos preguntarnos ¿Qué estamos haciendo para vivir la vida del modo en que deseamos vivirla? ¿de qué manera estamos siendo coherentes con nuestros propósitos, valores y sueños? Definamos lo que somos y hacia dónde vamos, el momento es ahora, trabajemos día a día en nuestras actitudes, reflexionemos sobre nuestras decisiones, saquemos tiempo para nosotros y con nosotros y habituémonos a pensar antes de actuar, establezcamos metas claras y cumplámoslas, validémonos como seres de luz y dejemos a un lado toda oscuridad, seamos capaces de trascender livianos de equipaje.
Hoy les propongo: replantear la vida que queremos vivir, y como lo expresaba Mahatma Gandhi: “ser el cambio que queremos ver en el mundo”.


Escrito por: Miryam Morron E.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MI RELACIÓN CON LOS DEMÁS ES UN REFLEJO DE LA RELACIÓN CONMIGO MISMO

ATRACTORES EMOCIONALES - PEA Y NEA

La teoría del cambio intencional.