Psicología Positiva de las Emociones
Mihaly Csikszentmihalyi, uno de los fundadores del movimiento de psicología positiva nos dice que, para vivir una buena vida no es suficiente eliminar lo que está mal, se trata de vivir con coherencia.
La psicología positiva es dos cosas a la vez. En primer lugar, es un área activa de la ciencia que investiga todos los elementos y estímulos positivos que necesitamos agregar a nuestras vidas para hacer de esta una vida plena. Además, es un movimiento, una fuerza dinámica, en todo el mundo que motiva a las personas a fortalecer habilidades que le permitan hacer una diferencia positiva no solo en su propia vida, sino también en la vida de otros en su comunidad.
Existen ondulaciones positivas que irradian desde ti y alrededor de todo aquello que amas o deseas. Imagina esas ondulaciones positivas multiplicadas por miles o decenas de miles. Podríamos decir que nuestra existencia cumple un propósito y hace parte de algo mucho más grande que tu o que yo. Este amplio alcance nos brindará una perspectiva distinta y única sobre lo que es la psicología positiva y como puede ayudarnos a gestionar adecuadamente nuestras emociones.
Cuando pensamos en qué es una emoción negativa, qué produce en nosotros y como lidiamos con ella desde el momento en que aparece, muchas veces encontraremos que las emociones que sentimos en ese momento negativo de nuestra vida pueden variar entre la rabia, impotencia, molestia, tristeza y estoy segura que con solo redundar la situación en nuestra mente podríamos concluir que son momentos de la vida que no queremos repetir, el cuerpo responde a estos estímulos negativos con dolor, aceleración del corazón, tensión en el cuerpo, sudoración excesiva, etc.
Pero déjenme decirles que realmente uno de los aspectos más ciertos sobre las emociones es que no lo son. Las emociones no son algo que simplemente se siente en tu cabeza, que está rodando por tu cerebro y ya; la verdad es que las emociones están incorporadas en nosotros y es por esto que al recibir un estímulo negativo o positivo, podemos sentirlo en todo nuestro cuerpo. Vas a sentirlo en tu corazón, va a afectar la tensión muscular e incluso cambiara aspectos de tu comportamiento.
Cabe señalar que hay un modelo típico de la emoción que nos ayuda a comprender qué es lo que sucede, y es a través de una experiencia emocional. Te pediré que pienses en una circunstancia que podría haberte frustrado. Ahora bien detallemos esta experiencia desde afuera, muchas veces las emociones comienzan como experiencias situadas, por lo que de alguna manera la circunstancia puede ser buena o mala para ti, pero diferente para otra persona. Las situaciones que te llevan a sentir estímulos negativos o positivos no son precisamente las mismas que llevan a otros a sentirse de una manera u otra, es por esto que podemos relacionar que no hay una conexión automática entre una emoción negativa o positiva y las personas en general, por lo que no todas las situaciones harán sentir a todas las personas de la misma manera.
La forma en que la gente interpreta las situaciones es subjetiva, el estímulo que convierte una emoción en desesperación o esperanza es una fase de interpretación y valoración individual del ser humano y que se desprende del mismo de acuerdo al contexto en el que se desenvuelve.
Las emociones tienen un efecto espiral que cursa dentro de nosotros a medida que vamos argumentando mentalmente la emoción y de forma implícita se recrea en nuestro organismo.
Si estamos enojados o frustrados, empezamos a ver las cosas en términos de culpa. Y luego, el juego de la culpa se apodera de nosotros. Pero lo mismo puede ser cierto para las emociones positivas, una vez que empezamos a sentir que la situación en la que estoy es un regalo, algo positivo para nosotros, entonces la siguiente situación que se desprende de esta emoción positiva son instantes de gratitud que se van afianzando en nosotros debido a este estimulo positivo. Y como las emociones van en una espiral ascendente que te hace flotar, entonces, una vez más, la dinámica que acompaña a las emociones es parte de la razón que se impulsa de manera introyectiva hacia ti como individuo y luego a manera de espiral descendente se proyecta hacia todo lo demás a tu alrededor. Cada tipo de emoción afecta nuestras demás emociones y comportamientos siguientes a ese momento o experiencia negativa o positiva. Como un efecto contagio.
Entonces, hablamos sobre las diferencias individuales en cómo las personas responden a las emociones, determinado a menudo de acuerdo a los valores culturales, las diferencias individuales, las historias personales, que entran en juego y, dan forma a la experiencia de la emoción a medida que se produce. Pero también, toda esta conducta que retroalimentándola va desde cómo respondemos a la emoción y cómo la reinterpretamos es lo que crea esa dinámica que mantiene la espiral en marcha.
Las valoraciones que le damos a nuestras emociones son lentes interpretativos que obtenemos de una emoción. Así que cuando estás enojado es como si tuvieras lentes de rabia y ves todo lo demás en términos de rabia. De este mismo modo es con el resto de nuestras emociones y las respuestas de nuestro cuerpo ante estas son los que podríamos llamar espirales emocionales, que circundan en nosotros ante los estímulos.
Haciendo una evaluación cognitiva de las emociones, podríamos afirmar que todas las emociones provienen de algún cambio en nuestra circunstancias.
Circunstancias mentales, que pueden crear una sensación de alegría o de tristeza.
No podemos lidiar con las emociones positivas de la misma manera que cómo enfrentamos las emociones negativas. Si no más bien podemos hablar de la respuesta emotiva a la circunstancia negativa o positiva que se presenta.
Sin embargo la gente todavía tiene valores y cuestionamientos sobre si, está bien sentirse mal o bien ante algunas situaciones. Por ejemplo algunas personas se sienten bien ante el peligro e intentan de alguna manera vivir una vida de riesgo continua.
Pero, sabes, igualmente, hay una especie de cuestión de cultura y personalidad, y una especie de historia personal individual que se forma e influencia las emociones de las personas, como paradigmas emocionales que influencian la caracterización que le das a todas tus circunstancias.
La psicología positiva busca ayudarnos a sintonizarnos con nuestro interior y aprender a reconocer nuestras emociones asertivamente.
De manera que podamos de manera inteligente gestionar nuestras emociones para lograr el éxito integral de nuestro proyecto de vida.
La psicología positiva es dos cosas a la vez. En primer lugar, es un área activa de la ciencia que investiga todos los elementos y estímulos positivos que necesitamos agregar a nuestras vidas para hacer de esta una vida plena. Además, es un movimiento, una fuerza dinámica, en todo el mundo que motiva a las personas a fortalecer habilidades que le permitan hacer una diferencia positiva no solo en su propia vida, sino también en la vida de otros en su comunidad.
Existen ondulaciones positivas que irradian desde ti y alrededor de todo aquello que amas o deseas. Imagina esas ondulaciones positivas multiplicadas por miles o decenas de miles. Podríamos decir que nuestra existencia cumple un propósito y hace parte de algo mucho más grande que tu o que yo. Este amplio alcance nos brindará una perspectiva distinta y única sobre lo que es la psicología positiva y como puede ayudarnos a gestionar adecuadamente nuestras emociones.
Cuando pensamos en qué es una emoción negativa, qué produce en nosotros y como lidiamos con ella desde el momento en que aparece, muchas veces encontraremos que las emociones que sentimos en ese momento negativo de nuestra vida pueden variar entre la rabia, impotencia, molestia, tristeza y estoy segura que con solo redundar la situación en nuestra mente podríamos concluir que son momentos de la vida que no queremos repetir, el cuerpo responde a estos estímulos negativos con dolor, aceleración del corazón, tensión en el cuerpo, sudoración excesiva, etc.
Pero déjenme decirles que realmente uno de los aspectos más ciertos sobre las emociones es que no lo son. Las emociones no son algo que simplemente se siente en tu cabeza, que está rodando por tu cerebro y ya; la verdad es que las emociones están incorporadas en nosotros y es por esto que al recibir un estímulo negativo o positivo, podemos sentirlo en todo nuestro cuerpo. Vas a sentirlo en tu corazón, va a afectar la tensión muscular e incluso cambiara aspectos de tu comportamiento.
Cabe señalar que hay un modelo típico de la emoción que nos ayuda a comprender qué es lo que sucede, y es a través de una experiencia emocional. Te pediré que pienses en una circunstancia que podría haberte frustrado. Ahora bien detallemos esta experiencia desde afuera, muchas veces las emociones comienzan como experiencias situadas, por lo que de alguna manera la circunstancia puede ser buena o mala para ti, pero diferente para otra persona. Las situaciones que te llevan a sentir estímulos negativos o positivos no son precisamente las mismas que llevan a otros a sentirse de una manera u otra, es por esto que podemos relacionar que no hay una conexión automática entre una emoción negativa o positiva y las personas en general, por lo que no todas las situaciones harán sentir a todas las personas de la misma manera.
La forma en que la gente interpreta las situaciones es subjetiva, el estímulo que convierte una emoción en desesperación o esperanza es una fase de interpretación y valoración individual del ser humano y que se desprende del mismo de acuerdo al contexto en el que se desenvuelve.
Las emociones tienen un efecto espiral que cursa dentro de nosotros a medida que vamos argumentando mentalmente la emoción y de forma implícita se recrea en nuestro organismo.
Si estamos enojados o frustrados, empezamos a ver las cosas en términos de culpa. Y luego, el juego de la culpa se apodera de nosotros. Pero lo mismo puede ser cierto para las emociones positivas, una vez que empezamos a sentir que la situación en la que estoy es un regalo, algo positivo para nosotros, entonces la siguiente situación que se desprende de esta emoción positiva son instantes de gratitud que se van afianzando en nosotros debido a este estimulo positivo. Y como las emociones van en una espiral ascendente que te hace flotar, entonces, una vez más, la dinámica que acompaña a las emociones es parte de la razón que se impulsa de manera introyectiva hacia ti como individuo y luego a manera de espiral descendente se proyecta hacia todo lo demás a tu alrededor. Cada tipo de emoción afecta nuestras demás emociones y comportamientos siguientes a ese momento o experiencia negativa o positiva. Como un efecto contagio.
Entonces, hablamos sobre las diferencias individuales en cómo las personas responden a las emociones, determinado a menudo de acuerdo a los valores culturales, las diferencias individuales, las historias personales, que entran en juego y, dan forma a la experiencia de la emoción a medida que se produce. Pero también, toda esta conducta que retroalimentándola va desde cómo respondemos a la emoción y cómo la reinterpretamos es lo que crea esa dinámica que mantiene la espiral en marcha.
Las valoraciones que le damos a nuestras emociones son lentes interpretativos que obtenemos de una emoción. Así que cuando estás enojado es como si tuvieras lentes de rabia y ves todo lo demás en términos de rabia. De este mismo modo es con el resto de nuestras emociones y las respuestas de nuestro cuerpo ante estas son los que podríamos llamar espirales emocionales, que circundan en nosotros ante los estímulos.
Haciendo una evaluación cognitiva de las emociones, podríamos afirmar que todas las emociones provienen de algún cambio en nuestra circunstancias.
Circunstancias mentales, que pueden crear una sensación de alegría o de tristeza.
No podemos lidiar con las emociones positivas de la misma manera que cómo enfrentamos las emociones negativas. Si no más bien podemos hablar de la respuesta emotiva a la circunstancia negativa o positiva que se presenta.
Sin embargo la gente todavía tiene valores y cuestionamientos sobre si, está bien sentirse mal o bien ante algunas situaciones. Por ejemplo algunas personas se sienten bien ante el peligro e intentan de alguna manera vivir una vida de riesgo continua.
Pero, sabes, igualmente, hay una especie de cuestión de cultura y personalidad, y una especie de historia personal individual que se forma e influencia las emociones de las personas, como paradigmas emocionales que influencian la caracterización que le das a todas tus circunstancias.
La psicología positiva busca ayudarnos a sintonizarnos con nuestro interior y aprender a reconocer nuestras emociones asertivamente.
De manera que podamos de manera inteligente gestionar nuestras emociones para lograr el éxito integral de nuestro proyecto de vida.
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