Sólo si escuchamos podremos aprender


«Sólo si escuchamos podremos aprender. Y escuchar es un acto de silencio; sólo una mente serena pero extraordinariamente activa puede aprender»                                                                          
Jiddu Krishnamurti

Cuando interpretamos le damos sentido a lo que oímos, es por eso que entre hablar y escuchar existe un espacio de inflexión, ya que nuestro juicio y nuestros filtros personales nos hacen interpretar aquello que  escuchamos dependiendo de nuestros juicios, emociones o experiencias personales.

Ahora bien, los juicios que hacemos nos abren o nos cierran a posibilidades futuras, posibilidades de transformación, de entendimiento,  de conexión íntima con nuestro ser y comprensión hacia la realidad del otro.

De esta misma forma pasa con los objetivos que nos trazamos a corto, mediano o largo plazo.

Lograr objetivos a lo largo de nuestra vida, requiere de una escucha atenta frente a lo que se nos presenta en la vida y además una interpretación justa de aquello que nos es transmitido, en muchas ocasiones el alcance de estos objetivos o metas es difícil de conseguir porque requiere un esfuerzo de nuestra parte. Sin embargo hay quienes lo logran muy bien y nada los detiene. Podría pensarse que esas personas están dotadas de alguna cualidad que los motiva y los lleva a obtener lo que desean, mientras que otros no encuentran la capacidad de hacer lo mismo.
Los fundadores de la PNL estudiaron con detalle los patrones mentales que usamos cuando alcanzamos un objetivo y las diferencias cuando no lo logramos, y descubrieron que el diálogo interno que generamos es distinto, lo mismo que las imágenes, sensaciones y matices sobre nuestro proceso hacia la meta.

Cuando algún objetivo nos gusta y nos motiva, nuestros patrones mentales trabajan en conjunto y se dirigen hacia él sin importar los obstáculos, como salir con los amigos a comer tacos, al cine, encontrarme con alguien que me interese mucho, salir de viaje, etc. Casi sin darnos cuenta cumplimos nuestro propósito y no lo sentimos como carga ni como un gran esfuerzo, porque fue placentero.
Cuando alguien nos invita a ir al cine (suponiendo que es agradable), no decimos “qué pereza”, “la semana que entra”, “un día de estos”, “qué difícil”, etc.

-       Considera el sentimiento que cada comentario te produce.

Ahora contrario a esto, en los mensajes negativos de nuestro dialogo interno o externo sobre aquello que postergamos o a lo que no le damos tramite por pereza de avanzar, incluso aquellas situaciones en las que no nos sentimos cómodos y evitamos para no tener que tolerar los sentimientos de frustración,  veremos las consecuencias graves que este tipo de diálogo, sea interno o externo, opuesto al logro del objetivo, tiene en nuestros patrones mentales.

Estas frases negativas son la forma más fácil de boicotearnos sin darnos cuenta de que lo hacemos. La mente necesita dirección e instrucciones claras para moverse. Hace lo que le pedimos, cuando se lo indicamos. Si no pedimos, no hace nada.
Cuando pensamos en ir al cine, ya dimos la instrucción de arreglarnos para salir, tener dinero a mano para pagar, establecer horario, lugar, acompañante cómo llegar. Me veo sentado en el cine, disfrutando, y aunque lloviera, llegaría.  No nos damos cuenta de que llevamos a cabo este proceso.

Si transferimos estos patrones a situaciones en las que queremos lograr algo no tan placentero, nuestra mente nos ayudará y será el motor para cumplir propósitos que nos cuestan trabajo.

Completaremos nuestros objetivos con menor esfuerzo porque nuestra mente ejecuta lo que le pedimos, siempre y cuando lo hagamos.
Los resultados son sorprendentes si el proceso se lleva a cabo paso a paso, pues así se entrena la mente para que descarte el lenguaje nocivo que nos detiene y obstaculiza para triunfar en lo que queremos.

Inténtalo!

Te recomiendo que empieces con un objetivo sencillo, como arreglar tus papeles para el pago de impuestos, poner en orden tu escritorio, concertar la cita que has pospuesto con un cliente, con el médico o con el dentista, arreglar algún trámite, ordenar un rincón de la casa, entre otros.

Sigue estos pasos:

1. Enuncia tu objetivo en presente, positivo y afirmativo. Habla de lo que sí quieres y pregúntate: ¿qué es realmente lo que quiero?

2. Piensa que lo que quieres hacer está bajo tu control. Depende sólo de ti. Pregúntate: ¿lo puedo hacer yo solo? ¿No dependo de nadie? ¿Cuál es el primer paso?

Si puedes hacerlo solo, continúa; si no, toma en cuenta los posibles atrasos si dependes de otras personas.

3. Imagínate frente a tu objetivo de la manera más específica posible. Te encuentras a punto de iniciar el camino que planeaste. Pregúntate y contesta: ¿quién está contigo?, ¿dónde estás?, ¿cuándo inicias?, ¿qué haces específicamente? Y ¿cómo? Ve, escucha y siente el ambiente que te rodea en ese momento. Es importante que contestes cada pregunta con detalles.

4. Imagina que ya lograste tu objetivo. Piensa en la evidencia de base sensorial que te permitirá saber que has logrado lo que quieres. Pregúntate y contesta: ¿qué verás, qué oirás, qué sentirás cuando lo hayas logrado? ¿Cómo sabrás que lo has conseguido? ¿Hay alguna respuesta de tu entorno? ¿Qué te dicen? Aquí realiza una respiración profunda.

5. ¿Tienes los RECURSOS necesarios y las opciones adecuadas para alcanzar tu objetivo? Pregúntate: ¿qué recurso necesito para alcanzar mi objetivo? Ej.: organización, paciencia, disciplina, flexibilidad, seguridad, etcétera.

6. ¿Tiene tu objetivo el tamaño adecuado? Si es muy grande y tomará más de una semana lograrlo, divídelo en pequeños objetivos. Hazlos pequeños y alcanzables.
7. Mide las consecuencias en tu vida y en tus relaciones si con- siguieras tu objetivo. Pregúntate: ¿a quién afectas en forma negativa? ¿A quién afectas en forma positiva? Si no afectas a nadie en forma negativa, adelante.

8. ¿Qué logras al alcanzar tu objetivo? ¿Para qué lo quieres?
¿Tienes alguna duda o algún “pero” sobre el éxito de tu objetivo? Si hay alguna duda o “pero”, entonces busca otro objetivo que te motive más.

Repite los pasos del ejercicio diariamente, por lo menos durante una semana y observa que cambios relevantes tiene el cumplimiento de tus objetivos en la vida que deseas proyectar para ti.


Comentarios

Entradas populares de este blog

MI RELACIÓN CON LOS DEMÁS ES UN REFLEJO DE LA RELACIÓN CONMIGO MISMO

ATRACTORES EMOCIONALES - PEA Y NEA

La teoría del cambio intencional.