UN UNIVERSO DE SORPRESAS!

Nuevamente nos adentramos en el tema de las emociones y así como con el miedo, hoy hablaré con ustedes del universo SORPRESA.
La SORPRESA es la más ambigua de las emociones y también la más corta debido a que es inmediata y transitoria, transformándose en otra emoción de acuerdo a la situación que la desencadene.
La sorpresa es una reacción emocional provocada por algo inesperado o extraño. Algunos desencadenantes de la sorpresa pueden ser estímulos positivos o negativos, y su función consiste en prepararnos para afrontar algún acontecimiento inesperado.
Expertos en el área de la psicología de la Emoción han identificado aquellos aspectos que nos puede causar sorpresa y han definido que usualmente se trata de estímulos novedosos débiles o moderadamente intensos, acontecimientos inesperados, aumentos bruscos de determinada estimulación y/o la interrupción de la actividad que se esté realizando en determinado momento.
Cuando se estudian las emociones a la sorpresa no se le da la importancia correspondiente y regularmente resulta bastante ignorada debido a que no se identifica como una emoción problema; sin embargo tener la habilidad de regularla como con  cualquier otra de las emociones, resulta positivo para el ser humano debido a que su función determinada como bien ya lo abordábamos es facilitar la aparición de una reacción emocional y conductual en el sistema nervioso central que nos ayude a actuar frente a una situación inesperada de manera efectiva. Esto claro esta si sabemos conductuar esta emoción de manera eficiente, mejorando los procesos atencionales de la mente.
La sorpresa es una emoción que puede ser activada a través de un estímulo externo, como lo es una noticia inesperada o un estímulo interno como por ejemplo, algo que hemos olvidado y de repente llega a nuestra mente.
Cuando sentimos sorpresa ante algo, un patrón fisiológico particular se aviva en nosotros  y nos produce un reflejo de orientación, una disminución del ritmo cardiaco y el incremento momentáneo de la actividad neuronal.
Al mismo tiempo, la sorpresa activa e incrementa ciertos procesos cognitivos como la atención y memoria de trabajo dedicadas a procesar la información novedosa en nuestro cerebro.
La sorpresa es experimentada de forma transitoria y momentánea, con frecuencia nubla nuestra mente en ese lapso y aunque en el plano afectivo (amor) se define como una sensación agradable, es difícil de definir.  Lo claro es que despierta en nosotros una sensación de incertidumbre frente a las situaciones posteriores al estímulo que nos causa la sorpresa.
Ahora bien, así como se produce, también se transforma y rápidamente le da paso a otra emoción que surgirá dependiendo de la situación o aspecto que la ocasiona. De esta manera nos prepara para enfocarnos con atención plena en aquello repentino que ha sucedido activando nuestra actividad cognitiva, colocándonos así en alerta para evaluar y procesar todos los aspectos alrededor de la situación concreta que nos causa la sorpresa.
Y aunque esta es una emoción de poca duración como anteriormente lo hemos relacionado, realmente es una antecesora de las otras emociones y precede regularmente al pensamiento.
Existen eventos traumáticos que pueden hacer a un individuo manejar esta emoción de manera exagerada, un ejemplo puede ser un niño que va al mar y una ola lo revuelca de manera sorpresiva y le causa molestias momentáneas como lo pueden ser sentirse impedido en sus movimientos o tragar un poco de agua, esta sensación ocasionara probablemente que la próxima vez sus sentidos se encuentren más alertas hacia sumergirse en el agua, o le causara incluso aversión a entrar al mar debido a la necesidad de mantenerse en alerta y a salvo, y en este orden  debido a ser una antecesora de las demás emociones puede vincularse de forma permanente a emociones como el miedo o la ira que consecuentemente mal regulados pueden derivar en un mal manejo de la realidad y las situaciones diarias de la vida.
De igual forma las personas que son  muy perfeccionistas o con tendencias obsesivas tienen dificultades para regular esta emoción y su respuesta emocional a la misma  no permite que puedan gestionar su vida de manera correcta, aumentando incluso de manera exagerada sus niveles de ansiedad debido a la necesidad esencial de preverlo todo.
Es por esto tan importante saber manejar y mantener el control de cada una de nuestras emociones para poder afrontar cada una de las situaciones de la vida con conocimiento y reflexión, de manera mesurada y razonable.
Recuerda, la vida es una sorpresa constante… ¿estás preparado?


Miryam Morron Echeverría.

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