DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA DE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN LA EDUCACIÓN.
DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA DE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA EN LA
EDUCACIÓN.
La educación pública se
fundamenta en el derecho que tenemos todos como ciudadanos al “Derecho
Fundamental y Constitucional de la Educación”, o a acceder a un sistema
educativo, aún si económicamente no tenemos los recursos, o si por otros
conceptos no tenemos las herramientas de orientación y fácil acceso como los
demás.
Todos tenemos derecho
a participar activamente de la construcción de una mejor sociedad, y es
inevitable no asociar este ideal con la necesidad de adquirir conocimientos. El
ser humano como individuo es un ser social de derecho, libre en su esencia pero
regido por unas normas y sistemas de gobierno; esto nos hace también seres
políticos que hacen y rehacen las estructuras sociales, económicas y políticas
de un estado, por lo tanto la educación tiene una función socializadora
comprendida en la cultura popular como un soporte emancipador que tiene en
cuenta los intereses y necesidades de los educandos. Por tal razón, si el
pueblo no empodera a la educación como el único instrumento de valor histórico
que nos brinda libertad, siempre navegaremos en un mar de desigualdades donde
no se concretan propósitos sino que se divagan ideas.
La educación no debe
basarse en la misma visión cerrada, vertical y moralista en donde el maestro,
portador del conocimiento, imparte su percepción de lo que debe ser visto y
concebido por sus alumnos sin al menos permitir que el estudiante establezca
sus propios argumentos de conocimiento. De acuerdo a la nueva percepción de la
enseñanza, más culturalista y diseñada, el estudiante construye su conocimiento
a partir de la perspectiva propia del mundo que lo rodea en donde el
conocimiento está afectado por una postura más práctica y experimental de los
procesos de aprendizaje, resguardando siempre el interés y necesidad de cada
educando con el objeto de formar un individuo reflexivo, con pensamiento
crítico y auto regulador de su contexto de vida. Esta perspectiva
dialéctica propone diseñar el pensamiento y potencializar las habilidades de
aprendizaje del estudiante,
permitiéndole ser y hacer libremente, de acuerdo a sus tipos de
aprendizajes.
La libertad de
expresión que buscamos en nuestros estudiantes se logra a través del ejemplo,
dándole un realce a la democracia participativa, gestionando la transformación
de la cultura y del estado con acciones pedagógicas que resalten los valores
populares para cambiar esa cultura del privilegio y del favor a la que hemos
estado sometidos y que incluso utiliza el miedo y la represión entre el
gobierno y la población para forjar un pueblo delegativo del poder, que espera
que el estado presente e implemente las soluciones a los problemas de nuestro
país, sin siquiera comprender que el cambio empieza por cada uno de nosotros….
Es una revolución cultural!
En Colombia hemos
visto como históricamente se han utilizado los métodos de participación
política ciudadana en pro de mejorar la educación pública y siendo unos más
ortodoxos que otros; la huelga ha sido a través del tiempo el método más
efectivo de negociación con el estado y sin embargo, esta acción popular,
mediblemente impacta negativamente en la percepción que tiene el ciudadano
sobre la educación pública, estimando que el cese de actividades educativas
proporciona más malestar en los educandos y la familia, que efectividad sobre
las solicitudes del gremio docente hacia el gobierno.
Se enseña entonces al
estudiante que la educación es un privilegio y que puede además ser manipulado
desde una esfera o desde otra, es decir, indiscutiblemente cualquiera de los
dos lados, gobierno o gremio docente, tiene el poder de decidir si el ciudadano
común tiene derecho a la educación o no.
A pesar de las
solicitudes del gremio docente sobre una mejora salarial, la evaluación de
competencias en la educación, el acceso a la salud de forma digna, gratuidad en
la educación y que se aumenten los años de preescolar de uno a tres, las
innumerables gestiones, diálogos y demostraciones públicas de inconformismo dejan
a los estudiantes en un vacío educativo, que interrumpe sus procesos de
aprendizaje y enseñanza limitando sus oportunidades de desarrollo formativo.
Si el objeto de ser
educadores es crear oportunidades de un mejor contexto social generación tras
generación, ¿por qué no le apostamos mejor a educar con el ejemplo e integrar
en la educación de manera innovadora metodologías de enseñanza- aprendizaje
acordes a las exigencias del mundo moderno?; Esto se logra desarrollando
valores y principios, morales y éticos que dispongan un cambio en la conciencia
del estudiante con el objeto de establecer una guía en su accionar que
enaltezca la integridad moral, la democracia y la libertad como organizadores de la sociedad, generando
una cultura que materializa los principios de justicia, honestidad, equidad y
servicio, en pro de los intereses de un pueblo, proporcionándole al educando la
posibilidad efectiva del ejercicio de sus derechos y desarrollando en él una
actitud de corresponsabilidad y cooperación en la resolución de conflictos para
construir alternativas de solución a las problemáticas sociales de nuestro
estado. Adicionalmente nos permite ejercer transparentemente todas las
prácticas políticas dentro del gobierno formando de este modo ciudadanos
autónomos que participen pacíficamente de la sociedad civil, que sepan vivir la
democracia con justicia para ejercer el poder con legalidad, y con el uso
adecuado de las herramientas de participación ciudadana, abriéndole espacios de
conocimientos y socialización a las comunidades más vulnerables para el
reconocimiento de su identidad y sus derechos. La educación merece ser valorada
por todos los actores dentro de un estado, sin huelgas, sin supresiones, sin
discusiones, porque la educación es un bien universal que desarrolla
positivamente a un ser humano y construye a la humanidad.
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